
Ingredientes porción 6
Patatas 6 piezas
Caldo de carne 3 l
Remolacha 2 piezas
Aceite vegetal 1 cucharada sopera
Zanahorias 1 pieza
Col 200 g
Rábano picante 20g
Pimiento rojo 1 pieza
Tomates 4 piezas
Ajo 8 dientes
Cilantro ½ manojo
Pimienta negra al gusto
Semillas de cilantro al gusto
Sal al gusto
Harina de trigo 1,5 cucharadas soperas
Vinagre al gusto
Nata agria al gusto
Rábano picante rallado al gusto
Instrucciones de cocción 50 minutos
1 Poner el caldo al fuego y echar las patatas cortadas en dados.
2 Rallar la remolacha y las zanahorias con un rallador grueso. Calentar una cacerola, verter el aceite vegetal y guisar a fuego medio durante siete minutos.
3 Escaldar los tomates, pelarlos y quitarles las pepitas, picarlos groseramente, añadirlos a la cacerola y guisarlos juntos otros cinco minutos.
4 Retira los rabitos y las membranas blancas de los pimientos y córtalos en dados (como las patatas). Enrollar las cuatro hojas de col formando un puro y cortarlas en tiras de 3-5 mm de ancho.
5 Añadir todas las verduras a la olla y cocer de veinticinco a treinta minutos.
6 Prueba la sopa y añade sal y vinagre de mesa al gusto, unas dos cucharadas.
7 En una sartén seca, freír la harina hasta que esté dorada y con olor a nuez, añadirla a la sopa de remolacha y mezclar bien.
8 Añadir la raíz de rábano picante cortada en tiras finas y los dientes de ajo machacados. Cocer otros diez minutos. Añadir las semillas de cilantro y la pimienta negra.
9 Dejar reposar al menos media hora, luego sacar el rábano picante y el ajo. Si no vas a comerte toda la sopa de una vez, no hace falta que quites nada, sólo sabrá mejor. Pero es mejor asegurarse de que el rábano picante no llegue a tu plato. Servir con nata agria grasa (o queso de cabra blando), cilantro picado y una lata de rábano picante rallado cocido.
Sugerencia de la receta El caldo de carne se cocina a partir de carne de vacuno con hueso a la que se añaden cebollas, zanahorias, apio, perejil, cebollas verdes y hojas de laurel. Se puede añadir un trozo de rábano picante. Colar el caldo, enfriarlo en la nevera, eliminar toda la grasa y volver a colarlo. No debe quedar nada de grasa flotando en su superficie.