
Ingredientes porción 6
Ensalada Romano 1 cabeza
Pechuga de pollo 2 piezas
Queso parmesano 100 g
Pan blanco 250 g
Ajo 3 dientes
Huevo de gallina (grande) 1 pieza
Mostaza en grano 1 cucharadita
Aceite de oliva 150ml
Pizca de sal
Vinagre de vino blanco 2 cucharadas soperas
Pimienta negra recién molida al gusto
Instrucciones de cocción 1 hora
1 Lavar y secar bien (¡!) las hojas de romano. Páselas a una ensaladera (con las manos).
2 Preparar el pan rallado blanco. Corte el pan en dados grandes, colóquelos en una plancha caliente, rocíelos con aceite de oliva y écheles unos dientes de ajo machacados para aromatizar. Freír a fuego medio, procurando que no se hagan demasiado.
3 Lavar los filetes de pollo. Secar con una toalla de papel. Sazonar con especias (sólo sal y pimienta recién molida). Freír en una sartén caliente hasta que se dore, pero sin pasarse para que la carne no se seque. Retirar del fuego y cortar ligeramente en trozos.
4 Hacer la salsa. Batir 1 huevo, 1 diente de ajo, mostaza, aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta recién molida en una batidora.
5 Colocar el pollo sobre las hojas de ensalada, verter la salsa sobre el pan rallado y las lonchas finas de parmesano cortadas con el cortafiambres.
Consejo de la receta Nunca cambie las hojas de romano por otras hojas. Su suculencia es la mitad del verdadero sabor de esta ensalada. Es fundamental que las hojas se sequen muy bien. Las hojas con agua no sabrán bien, el agua diluirá el aliño, quedará aguado y la ensalada se ahogará en él. ¡¡¡Disfruta tu ensalada César!!!