
Ingredientes porción 1
Miel 2 cucharadas soperas
Azúcar 1 taza
Mantequilla 110 g
Vinagre 1 cucharada sopera
Harina de trigo 3,5 tazas
Soda 1 cucharadita
Leche condensada 2 latas
Huevo de gallina 3 piezas
Instrucciones de cocción 1 hora y 30 minutos
1 Vierte de 4 a 6 tazas de agua (para el baño María) en un cazo y llévalo a ebullición. Batir los huevos, el azúcar y la miel en un bol; añadir la mantequilla y poner el bol al baño María. Seguir removiendo hasta que la mantequilla y el azúcar se hayan disuelto por completo. Hay que removerlo todo. Retirar el bol del fuego, añadir el bicarbonato (mezclar previamente el bicarbonato y el vinagre en un bol aparte) y remover. Añadir poco a poco la harina. La masa debe estar bastante blanda. Envuélvalo en film transparente y déjelo reposar en el frigorífico durante 20 minutos (se endurecerá). Cuando se enfríe, coloque la masa sobre una tabla enharinada y extiéndala formando un tronco. Córtalo en 7 trozos iguales. Precalentar el horno a 200 grados. Extienda cada trozo de masa en forma de círculo. Para que quede perfectamente plana, córtela en forma de ensaladera. Con todos los retales, haz otra capa. Colocar cada capa sobre film transparente y bandeja de horno y hornear durante unos 6-7 minutos. Dejar enfriar y repetir con las capas restantes.
2 Con una batidora batir la mantequilla hasta que esté cremosa, añadir la leche condensada y batir hasta que esté espesa y esponjosa, 4-5 minutos.
3 Repartir la crema entre las capas (3-4 cucharadas por capa) y por todo el exterior.
4 Desmigar el bizcocho restante (de los restos) y espolvorear el desmigado por encima. Refrigerar la tarta antes de servir para que las cortezas puedan absorber la crema.