
Ingredientes porción 6
Hojaldre 500 g
Leche condensada 1 lata
33% crema 200 ml
Arándano 400 g
Frambuesa 180 g
Instrucciones de cocción 30 minutos
1 Precalienta el horno a 180 grados.
2 Estira cada lámina de masa con un rodillo hasta obtener un grosor de 2 mm. Cortar las hojas en 4 cuadrados iguales. Forrar la bandeja con papel de horno. Hornea las láminas de masa de una en una. Hornear cada uno de 7 a 10 minutos.
3 Las capas de hojaldre subirán bien al hornearlas. Si lo desea, divida cada uno en 2 trozos más para que el bizcocho se impregne más rápidamente de la crema.
4 Enfriar la nata y batir hasta que esté espesa y cremosa. A continuación, incorporar la leche condensada poco a poco.
5 Coloca el primer bizcocho en un plato y extiende la crema (divide toda la cantidad de crema en tantos trozos como hayas hecho). Esparcir una pequeña cantidad de arándanos sobre la crema, repartiéndolos por toda la corteza.
6 Cubrir la parte superior con el segundo bizcocho, pincelarlo con nata y disponer las frambuesas encima. Alternar las capas hasta terminar toda la masa quebrada. Extender una cantidad generosa de nata por encima. Intenta que la crema llegue también a los lados de la tarta.
7 Si te sobra algo de masa al hornear o cortar los pasteles, pica el resto con un cuchillo y espolvoréalo sobre el pastel.
8 Meter la tarta en el frigorífico durante 4-5 horas para que se impregne de toda la nata y el aroma de bayas frescas.